Dejaste varios "No" repartidos por la casa. Por mencionar algunos detalles: No tuve la oportunidad de charlar contigo, no te recuerdo, no tengo la imagen de tu mano con la mía, y una simple foto junto a ti, no me basta.
Mi segundo nombre y el amor hacia tus libros es algo que compartimos más allá de espacios y tiempos no coincidentes.
Tus libros
"Tu abuelo dijo que no leyéramos ese libro" me dijo mi madre cuando pregunté por uno de tus libros, y en plena desobediencia, me acerque al librero, respire hondo, intentando encontrarte entre ese aroma de papel, polvo y pastas viejas, mientras sacaba ese libro.
Me senté, en el mismo sillón que tu alguna vez te sentaste, y del ocaso al amanecer, Leí.
Mi repulsión a ese libro no pudo ser peor, un bla bla bla bla interminable, terminé cansado por una historia, por un texto.
Y sonreí.
Qué razón tenías.
Regrese al librero, guardando con cariño el peor libro de la biblioteca, esperando que alguien curioso me pregunte por él y con gusto le diga:
"Mi abuelo dijo, que no había que leer ese libro"
CMS
En memoria de Miguel I. Sandoval