30.9.09

Bajo la lluvia un hombre con un paraguas se acerco

Bajo la lluvia un hombre con un paraguas se acerco a la conocida tienda de vestidos del centro, era una tarde de primavera, con una fina lluvia que ahuyentaba a mas transeúntes, su reflejo se distorsionaba suavemente por las gotas escurridas sobre la vidriera del establecimiento.

Su tez clara y firme se mezclaba con el vestido blanco, sus ojos recorrían lentamente el trabajo de bordado, como queriendo definir la salida del laberinto al que habían entrado.

A pesar del paraguas, por sus mejillas empezaban a rodar mas gotas de agua, sus glándulas lagrimales eran ahora cómplices de las nubes.

La lluvia seguía cayendo, y el olor a tierra mojada se mezclaba con el suave perfume de las flores que adornaban las marquesinas.

“Perfecto para los campos” pensó, y sonrió con ironía al recordar que la intensión era realizar la ceremonia entre el césped y flores de un gran jardín

Se enjugo las lágrimas y cerrando los ojos intento sentir el calor de ella, imaginando la ilusión que le causaría ese vestido, dio un suspiro y sin pensarlo recorrió el paraguas hacia donde ella estaría, inmediatamente, la lluvia cayó sobre su hombro, sacándolo rápidamente de esas imágenes bordadas sobre su mente, y la seda.

Se miro en la vidriera y resignado continuo caminando, protegido perfectamente por un paraguas que en esta ocasión, no tuvo que ser compartido.

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