25.10.09

Acelerando

Faltaban tres minutos para que saliera el autobús.
Sentada, después de un día agitado, por fin descansaba.
Al mismo tiempo que arranco el motor, su bolso vibró.
Buscando entre maquillaje, plumas, un libro, encontró el celular.

El camión en reversa, y leyó:

No te vayas. te amo.

Cerró los ojos, y su corazón se acelero, igual que el motor ahora en marcha.

4 comentarios:

  1. ¿Se quedó? ¿Se fue? Piedad. Dime algooo.

    ResponderEliminar
  2. ¡No sé! pero gracias por leerme... y me encantó que te intrigue, :) al cierre de hoy, el motor sigue andando...

    ResponderEliminar
  3. Para mi es más que suficiente tal como está... Muy bueno!

    ResponderEliminar