9.12.09

¿Quién no quiere crear un universo?

Convertirse en potencia creadora, decidir sus leyes y espacios, tener el poder universal en nuestras manos.

Pues yo, a los cinco años, tuve mi primer intento de separar tierras y mares, Eso sí, esos intentos se realizan solos, sin ayuda de nadie, y es cuestión del creador conseguir sus materiales.

Robe mi primer planeta de la cocina, si hay que darle un nombre, le llamaremos G3RB3R, en honor a la papilla.

Con mi frasco, ahora planeta en mano, era tiempo de ir acondicionando sus espacios.

Salí entonces al patio, y como si dijera "Hágase tierra" tomé un puño del suelo y lo vacié sobre el frasco, después la vegetación, una hoja y un poco de pasto. Y vi que era bueno.

Listo. Faltaban sus habitantes, y mi patio sobrepoblado de grillos facilitaban la tarea, cuestión de dos, tres saltos, y dos bonitos grillos verdes disfrutaban de un nuevo hogar.

Caminando feliz, llevaba mi planeta por todos lados, no era la translación planetaria más ordenada del universo, pero si original.

Tierra, agua, vida… el ecosistema estaba listo, Y descansé, con el séptimo programa de la tarde, deje el frasco en mi cuarto, llego la noche, y dormí.

A la mañana siguiente… apareció en mi cuarto el horror encerrado en un frasco.

Estaba un grillo, devorando al otro… veía claramente sus mandíbulas royendo la carne de su prójimo… No había pasado ni un solo día, y ya estaba sorprendido por un acto de asesinato

Era necesario un castigo. ¿Un diluvio inundando el frasco? ¿El destierro para después aplastarlo?

Mi padre estaba cerca, y compartí con el mi enojo, si uno va a ser verdugo, es bueno compartir el juicio, aunque la aplicación del castigo era algo ya claro.

Respetando mi decisión, dibujó una pequeña sonrisa y puso su mano sobre mi hombro, tomo el frasco de mis manos y lo coloco frente a nosotros, y frente a la escena del crimen, me explico, que los grillos no solo comen pasto, y al encerrarlo junto a otro, sin alimentarlo, no tuvo otra opción…

Rayos… para mi sorpresa, salió otro culpable…

Recuperé el frasco, los observé, sentí tristeza por el asesinado, y decidí abrirlo, liberando al homicida.

blog comments powered by Disqus